Lo primero que tienes que hacer es conservar la calma, medir su temperatura y estar alerta
de cualquier otro síntoma ya sea respiratorio, erupciones en la piel, diarrea o vómito.
Cuando hables con tu pediatra hazle saber de estos síntomas.
Lleva una bitácora con los cambios de temperatura, especialmente si le administras un
analgésico antipirético.
¿Cómo tomar la temperatura?
Bebé recién nacido a 1 año o más (si tu hijo lo permite)
Lava el extremo del termómetro con agua y con jabón y desinféctalo con un algodón con alcohol.
Verifica que el termómetro esté en cero antes de empezar
Lubrica la punta del termómetro con un lubricante como la Vaselina
Acuesta a tu bebé de espaldas, levanta sus piernitas flexionándolas contra el pechito, detén las piernas con una mano.
Con tu mano libre, introduce el termómetro en la abertura anal, hasta que la punta quede completamente adentro. Ten cuidado de no introducirlo más allá de la punta.
Tranquiliza a tu bebé y háblale en voz baja y calmada mientras sostienes el termómetro en su lugar.
Sujeta el termómetro en la posición hasta que pasen tres minutos (termómetro de vidrio) o hasta que suene (termómetro digital)
Anota la temperatura que sale en el termómetro, así como la hora de la toma para que lleves el control de su evolución
Lava y desinfecta el termómetro nuevamente
Niños de 1 año en adelante o cuando ya no lo permiten toma rectal
Lava el extremo del termómetro con agua y con jabón y desinféctalo con un algodón con alcohol
Verifica que el termómetro esté en cero antes de comenzar
Coloca el termómetro debajo de la lengua y pide a tu hijo que cierre los labios a su alrededor, que no lo muerda ni hable
Sujeta el termómetro en la posición hasta que pasen tres minutos (termómetro de vidrio) o hasta que suene (termómetro digital)
Anota la temperatura que sale en el termómetro, así como la hora de la toma para que lleves el control de su evolución.
Lava y desinfecta el termómetro nuevamente
¿Sabes qué es la fiebre?
Para las Neo-Mamás esta es una pregunta importante y es el inicio para poder entender mejor cómo opera la fiebre en tu hijo.
La fiebre es cuando el termostato del cuerpo aumenta la temperatura corporal llevándola por encima del nivel habitual, el cual se establece alrededor de los 37°C.
El termostato lo encontramos dentro del cerebro, en el hipotálamo, el cual regula la temperatura enviando mensajes al cuerpo para mantenerlo alrededor de los 37°C. Sin embargo cuando se presenta, por ejemplo, alguna infección, el hipotálamo manda el mensaje de aumentar la temperatura corporal para combatirla, haciéndose presente la febrícula o la fiebre en tu hijo. Este aumento de temperatura genera un lugar menos cómodo para los gérmenes con el objetivo de acabar con ellos.